Para los seguidores de la formula 1 he creado este blog para apoyar a los pilotos españoles y en especial al futuro campeón Jaime Alguersuari. Deja un pistonazo y no te cortes...,2011 comienza ahora PAGINA NO OFICIAL
martes, 28 de julio de 2009
martes, 21 de julio de 2009
Increible
Ya de por si entra batiendo recors de precocidad pero hay no quedara la cosa,este chaval va a arrasar con su temple y manera de conducir.Todo lo que pueda hacer en lo que queda de temporada nos sabrá a pura gloria,Jaime es un verdadero soplo de aire fresco con el cual volveremos a soñar.Increíble que con sus 300 Km ya le den la oportunidad de competir,Recordemos que el que menos entra con 10000 km hechos pero las normas han obligado a Jaime a jugarsela a una carta...increible...con un puntito estaríamos en las nubes pero todo es posible con Jaime Alguesuari pues a nacido un mito.
Jaume el padre
JAUME Alguersuari
No, definitivamente, siempre creí que, en esto del deporte, en casa del herrero, cuchillo de palo.
Me toca, me piden, que escriba sobre un chaval de 19 años. Accidentalmente, el chico se llama, Jaime, Jaume, Giacomo, Jamie Alguersuari, y es mi hijo.
Digo, accidentalmente, porque desde los 15 años ha vivido fuera de España aunque ha estudiado, mucho y bien, en Barcelona siendo contratado por su talento en el karting y, posteriormente, a los 15, se ganó a pulso la selección en el más cruel y exigente programa de jóvenes de Europa, el Red Bull Junior Team.
Desde el año 2006 hasta el comunicado de ayer de Toro Rosso, Jaime o Jaume, como gusten, ha vivido en un mundo de competencia despiadada que recordaba a la Cúpula del trueno: “Dos hombres entran y uno sale”.
Echen cuentas. Ese programa ha becado, del 2001 al 2009, a 120 pilotos. Tan solo cuatro de ellos superan la estancia de cuatro años (Vettel, Buemi, Hartley y Jaime). ¿Y los otros 116? Devolvieron sus alas a Red Bull y están hoy en cualquier parte.
No sé qué ocurrirá el domingo. Jaime no tiene ni un kilómetro a lo F-1, es decir, corriendo de verdad en un F-1. Solo tiene la confianza de Franz Tost, y el objetivo de devolver el coche al boxe. Algo así nunca ocurrió antes. Ocurra lo que ocurra, sólo puedo decirles una cosa: este chico es un accidente en el árbol genealógico del deporte. Todo lo que ha logrado, incluso terminar el bachillerato sin repetir curso, se debe a su formidable consistencia mental y a una determinación que no depende de la genética ni de la ley.
Bueno, perdón, no sólo puedo decirles eso, puedo decirles algo más, no mucho más: para todo lo que ha hecho y para todo lo que hará en el futuro solo puedo exclamar…en el nombre del hijo.
No, definitivamente, siempre creí que, en esto del deporte, en casa del herrero, cuchillo de palo.
Me toca, me piden, que escriba sobre un chaval de 19 años. Accidentalmente, el chico se llama, Jaime, Jaume, Giacomo, Jamie Alguersuari, y es mi hijo.
Digo, accidentalmente, porque desde los 15 años ha vivido fuera de España aunque ha estudiado, mucho y bien, en Barcelona siendo contratado por su talento en el karting y, posteriormente, a los 15, se ganó a pulso la selección en el más cruel y exigente programa de jóvenes de Europa, el Red Bull Junior Team.
Desde el año 2006 hasta el comunicado de ayer de Toro Rosso, Jaime o Jaume, como gusten, ha vivido en un mundo de competencia despiadada que recordaba a la Cúpula del trueno: “Dos hombres entran y uno sale”.
Echen cuentas. Ese programa ha becado, del 2001 al 2009, a 120 pilotos. Tan solo cuatro de ellos superan la estancia de cuatro años (Vettel, Buemi, Hartley y Jaime). ¿Y los otros 116? Devolvieron sus alas a Red Bull y están hoy en cualquier parte.
No sé qué ocurrirá el domingo. Jaime no tiene ni un kilómetro a lo F-1, es decir, corriendo de verdad en un F-1. Solo tiene la confianza de Franz Tost, y el objetivo de devolver el coche al boxe. Algo así nunca ocurrió antes. Ocurra lo que ocurra, sólo puedo decirles una cosa: este chico es un accidente en el árbol genealógico del deporte. Todo lo que ha logrado, incluso terminar el bachillerato sin repetir curso, se debe a su formidable consistencia mental y a una determinación que no depende de la genética ni de la ley.
Bueno, perdón, no sólo puedo decirles eso, puedo decirles algo más, no mucho más: para todo lo que ha hecho y para todo lo que hará en el futuro solo puedo exclamar…en el nombre del hijo.
lunes, 20 de julio de 2009
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